Mundo ficciónIniciar sesiónRetrocediendo un poco el tiempo…
En la madrugada de ese nuevo día, cierto rubio noto que habia recibido ese mensaje en código del espía que habían colocado para vigilar a Christopher Grosso, porque no era alguien de fiar.
Al descifrar el mensaje Zack no lo pensó dos veces y corrió para ir a despertar a su jefe para comunicarle esa noticia.
- Cedrid – habló abriendo de golpe las puertas de la habitación.
- ¿Por qué gritas? – preguntó molesto, dejando ver que él estaba sentado en la cama, leyendo un libro.
- Perdón mi rey, pero esto que debo decirle es algo urgente.
- Más vale que lo sea.
- Es que la humana apareció.
- ¿Qué? ¿dónde?
- Esta en otra ciudad, pero el problema es que su primo la encontró.
- ¿Cómo la encontró? – preguntó preocupado.
- Porque su aroma está en ella.
- … - el pelinegro se asombró, porque eso significaba que ella estaba embarazada y… si su primo la encontró primero, su hijo estaba en peligro – alista el auto, iremos por ella – ordenó saliendo de la cama para ir a su armario y cambiarse de ropas.
- Ya ordeno que preparen todo para su salida – indicó Zack sacando su celular para empezar a mandar mensajes a los demás para preparar todo.
- ¿Dónde está ahora? – preguntó Cedrid saliendo del armario ya arreglado y acomodando el nudo de su corbata.
- La estoy buscando, ya movilice a varios hombres para rastrearla.
- Bien andando – dijo saliendo de su habitación seguido del rubio.
- Ya está el auto – habló mientras se dirigían a la salida de la casa.
- Perfecto ¿sabes su nombre? - le preguntó mientras ingresaban al auto.
- En eso estoy, a ver – empezó a decir Zack al ingresar al auto y acomodarse para sacar su laptop y comenzar a tecla rápidamente – a ver nombre: Emma Gallo, actualmente trabaja de camarera en el hotel Lucas Quinto.
- ¿Qué clase de nombre es ese para un hotel? – preguntó en tono sarcástico el pelinegro.
- El nombre de un hotel de apenas dos estrellas.
- Eso lo explica todo, pero ahora tengo más curiosidad ¿qué hace Christopher en un lugar como ese?
- Según nuestro espía esta de incognito, aunque últimamente ha estado más activo y hace poco se reunió con algunos de los empresarios que no están de su lado.
- Es decir: que está planeando un ataque de estado, ahora entiendo porque busca tener a la humana de su lado.
- Emma, señor – le corrigió el rubio.
- Si como sea, ahora dime ¿dónde está ahora?
- Veamos… - empezó a decir volviendo a teclear – aquí su departamento está en la 29a de la Alemán, pero me acaba de saltar una alerta de que su seguro médico fue activado hace unas horas.
- ¡Que! ¿qué le paso a mi hijo?
- A ver deje veo los registros médicos – indicó accediendo al sistema del hospital – aquí esta: ingreso a la sala de urgencias del hospital general de esa ciudad porque sufrió un desmayo en el cine.
- Llévame directo a ese hospital, ahora – ordenó Cedrid frunciendo el ceño.
Regresando al hospital, el medico noto que esa noticia no emociono a la joven, por lo que imagino que tal vez era un embarazo no deseado y estaba preocupado por su reacción.
- ¿Estas bien? – le habló al ver que parecía estar en shock.
- Si… es solo que… ¿un bebe? ¿está seguro? – le preguntó ella mirándolo a los ojos
- Si, tienes casi 3 meses de embarazo según los análisis que te aplicamos.
- Entiendo…
- ¿No era lo que esperabas?
- La verdad no, esto me ha tomado por sorpresa – mencionó ella llevando sus manos a su vientre.
- Bueno mira aquí te tengo unos folletos ya que serás madre primeriza – dijo pasándoselos – e igual si no deseas al bebe aun estas a tiempo para un aborto – habló dudoso entregándole otro folleto.
- Esto… - dijo ella al ver ese último folleto.
- Es solo para que lo tenga en cuenta, pero primero recomiendo que analices la situación.
- Entiendo, muchas gracias – declaró ella dejando escapar un suspiro – am… disculpe ¿qué hora es?
- Son las 10:45am.
- Dios…llegare tarde y… - empezó a decir buscando salir de la cama, pero el medico la detuvo.
- Tranquila, el hospital ya llamo a tu trabajo desde temprano al ver que seguías durmiendo.
- ¿Mi trabajo? ¿pero…? – estaba empezando a preguntar, pero vio que el médico le señalaba su bolso – ah… ya veo, gracias.
- De nada y como tu medico de turno te recomiendo ir a casa a descansar por este día, porque de seguro tienes mucho que pensar – indicó el medico pasando a retirarse.
Emma dejó escapar un suspiro y tras un rato ella fue dada de alta e igual le pasaron una receta para apoyar su embarazo, aunque le recomendaron que pronto buscara un ginecólogo para mejor orientación y su control prenatal.
Aunque salió del hospital, ella aún se sentía muy mareada y confundida por culpa de esa noticia.
- Un bebe – susurró tocando su vientre y haciendo una mueca al recordar como quedo embarazada – no… aunque ambos sabemos cómo llegaste no te abandonare y daré todo de mi para criarte – se dijo a sí misma.
Al tomar esa decisión busco avanzar por las calles pensando en un lugar para desayunar, pero por costumbre fue a su cafetería favorita para hacer su pedido habitual.
- Hola Emma, lo de siempre – le dijo la vendedora al verla.
- Si por favor – le dijo buscando su cartera para pagar la comida.
- Aquí tienes Emma – le dijo la vendedora entregándole su pedido.
- Gracias – dijo al tomar su pedido de sándwich y café.
Al salir del local estaba por darle un sorbo a su bebida caliente cuando de un momento a otro alguien le arrebato el vaso de sus manos.
- ¡Hey!
- Tú no puedes beber cafeína si estas embarazada – le regañó esa persona escucho que alguien le regañaba.
- ¿Qué? – en eso Emma vio a ese hombre que le estaba hablando notando que era un pelinegro, el cual le resultaba extrañamente familiar – a ti que te importa.
- Me importa por tu salud.
- ¿Y cómo sabes eso?
- ¿Y si mejor hablamos en otro lugar?
- No voy a ir a ningún lado con un acosador como tú – declaró ella frunciendo el ceño.
- ¿Acosador? – repitió el pelinegro frunciendo el ceño.
- Porque lo eres, desde cuando me sigues – indicó ella furiosa y en eso vio a unos policías cerca – oficial… ayu… - empezó a decir, pero Cedrid se movió rápido tapándole la boca y buscando meterla en su auto para silenciarla.
Emma buscó forcejear, pero no fue suficiente y solo sintió una ligera sensación de déjà vu porque nuevamente era forzada a ir a un lugar que no deseaba.
Ella se vio dentro de una limosina junto con ese pelinegro y un rubio.
- ¿A dónde me llevan?
- … - Cedrid no decía nada y solo observaba de forma analítica a la chica, tratando de analizar si ella era parte del plan o una víctima más de los locos planes de su primo.
- Señorita por favor relájese ¿sí? recuerde que eso no es bueno para el bebe – le pidió el rubio.
- Eso no me importa, ahora DEJENME SALIR DE AQUÍ – ordenó Emma buscando alguna forma de escapar, pero el rubio estaba bloqueando la única puerta del vehículo.
- Ya cálmate o vas a lastimar a mi cachorro – le indicó el pelinegro frunciendo el ceño.
- Que… - en eso Emma le miro a ver asustada y confundida – espera ¿a qué te refieres con tu cachorro?
- Tal vez tú no me recuerdes, pero yo te vi brevemente cuando me desperté ese día – le contestó mirándola a los ojos.
- Solo te advierto que no me importa quien seas YO Y MI HIJO NO PAGAREMOS LA DEUDA DEL PARASITO DE MI PADRE – indicó furiosa Emma.
- ¿Que? – ahora Cedrid estaba confundido – espera ¿a qué te refieres?
- ¿Eh? ¿Cómo que a que me refiero? a la razón por la que me están secuestrando, es porque son cobradores y quieren que pague las deudas de juego de mi padre ¿o no? – preguntó confundida notando que ellos se miraban desconcertados.
- No – dijeron ambos a la vez.
- ¿Porque crees que lo somos? – cuestionó el rubio.
- Porque es lo mismo de esa vez… unos sujetos me tomaron esa noche que mi padre me entrego a ellos a cambio de sus deudas y luego me drogaron y… desperté desnuda y sola en una habitación de hotel, pero luego escuche como fueron a buscarme, pero yo me escape y…
- Oye cálmate humana, no te alteres – habló el pelinegro acercándose para sujetarla de los brazos haciendo que reaccionara – no somos ellos ¿entiendes? Nada malo les pasara a ti y al cachorro que crece en tu interior.
- Lo… ¿lo prometes?
- Si lo prometo.
- … - Emma asintió y busco relajarse suspirando para buscar regular su respiración.
- Ten – dijo Zack pasándole a ella con un vaso con agua.
Emma estaba temblando un poco, pero acepto el vaso de agua y empezo a tomar un poco sintiendo como ese líquido la relajaba.
- ¿Mejor? – le preguntó Cedrid.
- Hm… gracias.
- Señorita Gallo, nosotros no somos cobratorios – empezó a decir el rubio – de hecho, mi jefe también fue afectado esa noche, ya que lo drogaron para que pasaran la noche juntos.
- … - ella miro a ver al pelinegro quien asintió mirando que poco a poco la soltaba – entonces… ¿ambos somos víctimas?
- Así es y todo indica que fue obra de uno de mis enemigos – declaró el pelinegro.
- ¿Enemigos? ¿de qué hablas? – le miró a ver confundida ella al ver que se alejaba un poco.
- Enserio ¿no sabes quién es él? – le preguntó Zack.
- Am… no ¿por qué? ¿debería? – interrogó confundida ella mirando a ver al pelinegro.
- ¿El nombre de Cedrid Romanutti, no te suena? – le volvió a preguntar el rubio, ya que le parecía tan irreal eso.
- Bueno ya que lo mencionas, creo que si he escuchado ese nombre en algún lado – indicó Emma de forma pensativa.
- Estas bromeando ¿verdad? – preguntó Cedrid, sintiéndose un poco ofendido.
- Am… no.
- Cedrid, es el rey de los alfas – declaró Zack señalándolo.
- Ah… ¿en serio? – preguntó ella mirando al pelinegro a los ojos – puff… jajaja si claro, pero ya en serio ¿esto es una clase de broma o algo así?
- ¿Que? – Cedrid miro asombrado a la chica – ¿por qué crees que te estoy engañando?
- Porque suena muy tonto que al gran rey alfa lo hayan drogado y haya acabado en la cama conmigo, una humana.
- … - Cedrid ahora tenía un tic en el ojo – eso paso porque quien creía que era mi amigo me engaño y me drogo – se quejó desviando ligeramente la mirada, porque se sentía ridículo.
- ¿Eh? - Emma vio esa reacción quedándose muda – entonces ¿no es una broma?
- NO – dijeron ambos al mismo tiempo.
- Es que eso significa que mi bebe es…
- Aja y por eso mismo te subí al auto, porque debemos hablar de tu futuro y el de mi cachorro – indicó molesto el pelinegro.







