―¿Qué dices? ―Apolo lamió sus labios, él debería callar y cambiar el tema, pero la verdad es que le duele todo lo que sufren sus amigos y más Vidar.
―Digo que, yo también hubiera cambiado drásticamente si mi luna me hubiera rechazado sin ni siquiera escucharme, ¿Sabes lo doloroso que es salvar a quien amas y que te agradezca rechazándote y sentenciándote a muerte? ―El corazón de Eir ya no latía más.
―¿Qué? ―Susurró casi sin aire.
―Vidar asesinó a tu madre porque ella estaba a punto de asesinarte a ti. ―Eir sintió el suelo abrirse bajo sus pies. ―No hubo tiempo de avisarte, él solo reaccionó a la situación y para cuando tú te diste cuenta de lo que pasó solo lo viste a él ensangrentado y a tu madre sin vida a sus pies.
―Pe… pero…
―Él te protegió, Eir. ―La cortó mirándola. ―Mi amigo solo hizo lo que cualquier lobo haría por su pareja y tú no lo escuchaste, lo destrozaste con cada palabra que salió de tu boca y lo terminaste de matar cuando sin más, sin considerarlo o pensarlo lo re