NOAH THORNE
Envolví el mentón de Vanessa con una sola mano, sus lágrimas acariciaron mis dedos, mientras los suyos se aferraban a mi camisa. Me había descubierto ante ella, le había confesado mis deseos más profundos y mi necesidad por tenerla en mi vida, como consecuencia parecía que la había roto.
—Sí estás haciendo esto por orgullo… —susurró con voz entrecortada—. Si estás diciendo todo esto para que caiga.
—No soy la persona más confiable, lo sé, pero no encuentro manera de convencerte de que digo la verdad —contesté pegando mi frente a la suya. Cerré los ojos y por un momento inhalé su aroma, dejando que inundara mi nariz y que se filtrara dentro de mí, llenándome de calma, seduciéndome de manera descarada—. No sabía qué era lo que necesitaba en mi vida para hacerla real, hasta que te conocí, porque fuiste la primera que no me trató como si fuera un dios, porque de pronto con tu tacto me volviste humano.
»A tú lado siento que puedo equivocarme y reírme de eso. Puedo dejar de man