8. POR PRIMERA VEZ
[FRANCESCO]
No siento las manos. Llevo horas en el simulador, y, aun así, cada vuelta se siente peor que la anterior. El trazado de Austin me está ganando la partida, y lo sé. Sofía también lo sabe. No dice mucho, pero el silencio que deja entre cada dato es más pesado que cualquier crítica directa.
—Tienes que frenar dos décimas antes en la curva 11 —dice sin levantar la vista de la pantalla.
—Si freno antes, me pasan todos —respondo, sabiendo que esa excusa no convence ni a mí mismo.
—Y si sigues entrando así, vas a terminar en la grava. Otra vez.
Aprieto los dientes. Me quito el casco con rabia. Siento el sudor bajándome por el cuello, pegándome el traje al cuerpo. Me está diciendo la verdad, pero eso no la hace más fácil de tragar.
William Soyer, nuestro jefe de equipo ha estado rondando todo el día como un buitre. Cuando entra, el ambiente se congela. Lo vi esta mañana entrar a la sala de reuniones como si fuera dueño del aire que respiramos.
—O haces puntos en Texas o te vas al