Jazmín despertó muy temprano, esa mañana. Necesitaba dejar todo listo para su abuela e ir a la entrevista para su nuevo empleo.
La noche anterior, luego del incidente con aquella arrogante mujer, salió del restaurante con el pago que le hizo su nuevo ex jefe y fue al supermercado para comprar algunas frutas y algunos envases de comida congelada para su abuela. De esa manera, no sólo tendría algo que darle de comer al día siguiente, sino que le haría creer que aún estaba trabajando.
Sabía que darle una noticia como aquella, empeoraría el estado de salud de Teresa y eso era lo que menos le convenía. Al llegar al hotel conversó con una de las empleadas, quien le ofreció ayudarla a calentar la comida en el microondas de la habitación de descanso de los empleados del hotel.
Salió antes de que Teresa despertara y minutos después ya estaba de regreso en la habitación con la crema de espárragos. Abrió la puerta con cuidado, su abuela aún dormía. Se acercó a la cama y la contempló por alg