Esa noche luego de cenar, Ethan decidió turnarse con Jazmín para que ella tuviese el tiempo necesario para resolver sus asuntos.
Tatiana quien seguía preocupada por su amiga, terminó sus quehaceres antes del tiempo previsto y subió a la habitación de Jazmín con la excusa de subirle un té.
Caminó apresuradamente por el pasillo y escurridiza se internó en la recámara de su amiga.
—Te traje un té y unas galletas. —dijo colocando la bandeja sobre la mesa de noche.— Quiero que lo cuentes todo.
Jazmín sonrió de manera forzada. Aunque confiaba en su amiga, no quería ser juzgada por ella.
—¿Qué quieres escuchar? —preguntó entonces.
—Lo que me quieras contar. Jimena dice que tú le coqueteas al obstinado de nuestro jefe.
—¿Yo? —preguntó con aspaviento— Nunca haría algo así.
—Lo sé y se lo dije, pero… —Tatiana hizo una pausa breve— Yo si he visto como él te mira —rió entonces con picardía.
Jazmín se ruborizó tras oír el comentario de su amiga.
—Está bien, te lo contaré todo, p