Ethan subió a su coche y arrancó con brusquedad, conduciendo a toda velocidad. Mientras avanzaba, activó el altavoz del móvil y llamó a Tatiana.
—Por favor, dile a Jazmín que tuve que salir por un asunto muy urgente, que cuide de Oliver y que regresaré cuanto antes. —ordenó con tono firme.
Tatiana obedeció. Subió hasta la habitación del niño para darle el recado a su amiga. Encontró a Jazmín con los ojos hinchados, de tanto llorar.
—Jaz… ¿Qué te sucede? —preguntó con preocupación la morena.
—Nada, creo que es alergia. —contestó ocultando el rostro.
—No me mientas, estuviste llorando ¿verdad? ¿Es por él que estás así?
Jazmín no pudo contener el llanto. Se cubrió el rostro con ambas manos y rompió a llorar.
—Lo escuché hablando con alguien, Tati —dijo entre sollozos temblando de celos y dolor— Estoy segura de que iba a verse con ella.
—¡Entonces fue a verse con Juliette! —exclamó con hostilidad,—. Todos son iguales.
—¿Por qué lo dices? —indagó Jazmín, sorprendida por l