Jazmín bajó hasta la cocina. Jimena estaba revisando el desayuno de Oliver, cuando Jazmín entró. El silencio fue incómodo al principio.
—Disculpa vine por la comida de Oliver ¿Está lista?
Jimena respiró hondo, dejando la cuchara a un lado.
—Sí, ya está lista. —Hizo un silencio breve y luego dijo:— Jazmín… ¿Crees que podamos hablar?
La niñera se cruzó de brazos, expectante.
—Te escucho.
La voz de Jimena vaciló al inicio, pero pronto se quebró con sinceridad.
—Quiero pedirte disculpas por todo lo que pasó aquel día y todo lo que hice para perjudicarte. Me dejé manipular y comprar por la Sra Jane, creyendo que ella era la víctima en todo esto. No pensé en las consecuencias.
Jazmín la miró en silencio. Jimena continuó hablando.
—Cuando salí de aquí, mi vida se fue cuesta abajo —continuó Jimena, con la voz cargada de pesar—. Las deudas me ahogaron y mi madre enfermó gravemente. Creí que la iba a perder. Fue como si la vida me estuviera cobrando cada cosa mala que te hice a ti y