Ethan despertó y lo primero que hizo al levantarse de la cama fue ir hasta la habitación de su pequeño, con ganas de ver a su niñera. La noche anterior cuando ella fue para relevarlo, acordaron ser más precavidos y disimular su relación para evitar conflictos innecesarios con Alicia y las empleadas, aunque él desconocía que Tatiana ya tenía la primicia de aquel encuentro entre ellos.

—Buen día, mi amor. —dijo asegurándose de cerrar bien la puerta y acercándose a ella.

Él se inclinó y besó los labios de Jazmín, quien se encontraba con el pequeño Oliver en brazos, dándole el biberón.

—Buenos días —contestó ella sonriendo con picardía.

—¿Qué tal estuvo tu noche?

—Bien, Oliver durmió mucho, apenas sólo despertó para comer.

—¿Estará enfermo? —cuestionó él con dudas.— Tatiana me dijo lo mismo anoche.

—No lo creo. Pienso que tal vez sabe que su papá está feliz. —respondió ella— Dicen que los bebés perciben el estado fe ánimo de sus padres. Si ellos están ansiosos o estresados,