Tatiana apenas vio la inicial grabada en la tarjeta sintió un escalofrío que le erizó la piel. Solo un nombre apareció en su mente: Jane.
Con cuidado, y sin que Alicia notara su inquietud, tomó la tarjeta y caminó directo hacia la biblioteca, donde sabía que Ethan estaba.
Tocó la puerta con manos temblorosas.
—Señor, abra por favor… es urgente.
Dentro, Ethan se apartó bruscamente de Jazmín, dejándola al borde del escritorio con el corazón acelerado. Él se limpió los labios y ella, nerviosa, alisó la falda de su vestido. Sin perder tiempo, Ethan cruzó el salón, abrió la puerta y salió al pasillo, cerrándola detrás de sí.
—¿Qué sucede, Tatiana? —preguntó con el ceño fruncido.
—Acaba de llegar un regalo para Oliver y traía esto. —le entregó la tarjeta con mano temblorosa.
Ethan la tomó y, al ver la inicial, sus ojos se abrieron con sorpresa. Un nudo le apretó el estómago.
—¿Dónde está mi hijo? —preguntó de golpe.
—Con la señora Alicia y Jake.
—Ve con ellos. No le quites los ojo