Capítulo 34
Axel David Garza Cantú
Monterrey, México.
La noche antes de salir al rancho, no me quedé en la librería. Me fui a casa con mi padre porque al día siguiente nos iríamos temprano por Caro y por Tania para partir al rancho, lo que nunca pensé fue que al llegar allá mi padre estuviera acompañado nada más y nada menos por la persona a la que menos esperaba ver, el mal amigo de Pepe Villarreal.
—Hola, hijo. Ven pasa, tenemos visita—dijo papá—Pepe lleva aquí un buen rato esperándote.
—Hola, amigo—el cínico de Pepe me saludó—he venido porque quiero que arreglemos las cosas, no quiero perder tu amistad y sé que a ti debe pasarte lo mismo, hemos sido amigos desde niños y no tiene caso seguir enemistados de por vida.
Qué cinismo el de ese tipo, eso debió pensarlo antes de meterse con una mujer que ya estaba en una relación. Nuestra amistad ya está perdida, no me voy a rebajar a hablar con él. Mi padre no sé cómo se ha prestado para dejar entrar a este sujeto a la casa, no lo quiero a