SARAH
Continuación desde el capítulo 13.
Él se acercó a mí, y yo no pude contener más las lágrimas que, una por una, fueron deslizándose por mis mejillas, de todas las personas que podía conocer y dar su dirección ¿Por qué había dado la de mi ex? Que patético estar llorando frente a él, ¿Qué estará pensando sobre mí?
—¿Te encuentras bien? No llores… — sentí su mano posarse en uno de mis hombros.
—Lo siento, soy un desastre – susurré.
—No te preocupes… cálmate ¿Por qué no subimos?
—No, no es necesario, tomaré un taxi.
—No puedo dejarte ir en este estado, te deberás tranquilizar antes de irte, ven conmigo.
Su insistencia y mi sensibilidad accedieron a seguirlo hasta su departamento. Sebastián vivía cómodamente en aquel edificio de departamentos elegantes y bien ubicados, tenía un buen gusto, con sus toques vintage y bohemios, nada moderno sobresalía, a excepción de su sistema de audio y televisión.
—Te prepararé un té y puedes usar esto – dijo, mientras me daba un pañuelo.
—Gracias.
Hab