SARAH
Sé que debí haberme acostumbrado hace mucho a verlo con alguien más, pero aquel beso fue como un recordatorio de algo que no tiene futuro: el tenerlo conmigo. Pensé que podía soportarlo, tontamente eso creí, pero simplemente mis pensamientos no hilvanaban. Aun cuando Sebastián trató de detenerme, le dije que me iría, que ya no podía soportar más dolor.
Apenas llegué a mi departamento, me cambié de ropa y busqué los boletos, puse lista mi maleta. Los últimos tres días me había pensado todo esto, el único que sabía de mi plan era Sebastián, que parecía aceptarlo de buena manera, agradecía su apoyo para elaborar la propuesta y ahora mismo él debía estar conversando de eso con Arturo. Me alegraba que pudiera ayudarlo al final, con esto, el peso que tenía encima sería removido, todo quedaba resuelto y podía cerrar el ciclo.
Aun cuando los planes salieron en estos tres días, la verdad es que desde hace mucho estaba viendo la posibilidad de irme a estudiar mi master a Estados Unidos, y