CAPÍTULO 45: LUGARES CERCANOS.
— ¡Vendida!, ha sido un placer…— dice el agente de bienes raíces y yo suelto un quejido fuertemente, al tiempo que mis esposa me abraza por la espalda.
Nos acercamos a la casa de al lado, olvidando nuestro momento romántico.
Ya comienzo a sentir en mis huesos lo que se viene.
Las imágenes de Lucas y su vocecita molesta diciéndome “suegro” para aquí y “suegro” para allá. Y ni hablar de mi hermano molestándome a cada rato y Jaspe amenazando mi vida y salud cada vez que intente alejar a Daniela de Lucas.
Merde.
¿Qué hice mal para merecer esto?
—Amor, contrólate. — dice Dina en mi oído y yo trago grueso.
—Lo dices porque a ti te encanta tener cerca a esa pequeña sabandija. — refunfuño dándole una mirada rápida a Lucas que sonríe contento con todo lo que está sucediendo.
—¿Qué te parece, hijo?—me pregunta papá sonriente. —Se me ocurrió comprarles esta casa a tu hermano y Jaspe, con parte del dinero que tenemos de la empresa.—me explica y yo gimoteo como si me hubiese atropellado un carro.