La oficina de puerta de cristal se encuentra en alta tensión debido a la pregunta que hizo el Ceo de aquel lugar. Gabriel tiene los ojos clavados en el rostro de la joven y nota su nerviosismo y cómo sus labios pálidos tiemblan al tratar de hablar.
El color mortecino del rostro de Celia, debido a la pérdida de color, le demuestra a él que aquella pregunta tiene un peso fuerte y el silencio de ella solo le confirma que Karen y ella no son desconocidas.
La mujer tiembla y se balancea de un pie a otro, tratando de ocultar su nerviosismo ante aquella mirada voraz.
— ¡Responde! – insistiendo al ver el silencio de la mujer. Su voz clara y un poco alta debido a la impaciencia — ¿Son ustedes dos hermanas?
La joven humedeció los labios con la punta de su lengua y después tragó lo que no tenía en su boca. El miedo a ser descubierta la tiene inmóvil e incapaz de hablar, porque de hacerlo lo más seguro es que saldrá despedida de la empresa. Respiró profundo y cerró los ojos y, abrió la boca para