Inicio / Romance / Un hijo para el Ceo / Capítulo 5 No hay vuelos
Capítulo 5 No hay vuelos

El cielo está oscuro debido a las nubes llenas de agua que lo cubre y que amenazan con llenar la tierra por las nuevas y abundantes lluvias que están prontas a caer, sin embargos aquellos signos de malos presagios no eran observados por la joven Ana, porque sus ojos brillan al ver la espalda de su hermana Kathy que se aleja de ella con dirección a la mansión.

Kathy camina tarareando una canción sin siquiera imaginar los planes nefastos de su gemela sin saber que no volvería nunca más. La joven se giró y con la mano despidió a su gemela que solo la miraba sonriendo.

— ¡No tardes! — le gritó sonriendo— muero de hambre y te estaré esperando.

La mano de Ana la saludo,

—Sí, vengo pronto— dijo y fue eso lo último que escuchó Kathy de su hermana gemela.

Ana solo tenía un pensamiento en su cabeza y no le importaba las consecuencias  de cada una de sus decisiones, para ella solo era a ver su voluntad y por eso rápidamente se dirigió al aeropuerto y sin tener cuidado condujo bajo un torrencial aguacero que le hizo el paso más lento llenándola de tensión por la desesperación de llegar pronto al lado de su esposo.

—«Voy a comprar el pasaje y estaré a tu lado»— pensó la mujer emocionada sin saber que las cosas no saldrían como ella tanto deseaba. Corrió por el pasillo con su pequeña maleta y llegó hasta donde puede conseguir lo que tanto desea, sin embargo, la respuesta que le dieron solo la enojó.

—Lo siento, señora Cooper— dijo la dulce voz de la joven que atendía— pero no hay tiquetes con destino a Londres y además no están saliendo vuelos en estos momentos. Se está presentando mal tiempo y los vuelos van a ser retenidos, de verdad lo lamento.

Ana frunció el ceño porque no aceptó esa respuesta e insistía ante la joven recepcionista que atendía los vuelos privados.

—De verdad, lo lamento mucho— dijo la joven ya con fastidio al ver la incomprensión de la rubia que insistía en salir cuando muchos vuelos estaban en tierra debido al mal tiempo.

Esta negativa solo enfureció a la joven embarazada.

— ¡Es imposible que no tengan vuelos! – exclamó molesta con la joven— mire, solo hágame campo en uno de esos vuelos.

—De verdad lo lamento, señora Cooper, pero los pasajeros no pueden abordar porque se han detenido los vuelos, además todos los puestos están vendidos. ¿Cómo le hago entender que no hay vuelos ahora mismo?

La mujer se enfureció aún más haciéndole perder la poca paciencia. Era urgente estar esa misma noche con Gabriel.

— ¡Solo eres una estúpida empleada! —  dijo la mujer enfadada. Ella había llegado a ese lugar con un propósito y un mal tiempo no le iba a cambiar de idea.

– Me quejaré por tu mala atención— sentenció la bella y altanera mujer.

La rubia furibunda se alejó de la recepción maldiciendo a la recepcionista, camina de manera pesada con su pequeña maleta. cada paso la dirige hacia afuera del lugar para respirar profundamente. La mujer sentía que se ahogaba debido a la ira que desarrollaba dentro de ella, siempre hacía valer sus caprichos y en esta ocasión no lo logró.

Un hombre desde la distancia ha estado escuchando con mucha atención y sabe que tiene un nuevo cliente. Él, es un caza pasajero y espera de manera paciente a los incautos desesperados por viajar para llevarlos en su pequeña avioneta a destinos inciertos.

—Al parecer no están vendiendo vuelos ¿verdad? — dijo el hombre que fumaba un cigarrillo a medio terminar. El hombre miró a la joven sin ningún interés.

Ella solo resopló molesta.

—Sí, eso parece — dijo enfadada — y me urge estar en Londres hoy mismo.

El hombre sonrió de medio lado pues ese era el destino que él tenía en su pequeña avioneta.

—Si usted quiere, yo la puedo llevar. El valor del pasaje es igual al de acá— dijo sin mirarla mientras botaba el humo de su cigarro — si usted acepta serían dos pasajeros. ¡Claro si usted lo desea! Yo los puedo llevar a Londres por esa insignificante cantidad de dinero.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP