Hannah se acercó a la puerta al escuchar un par de golpes. Tomó aire antes de abrir, preparándose mentalmente para lo que venía. Luego enderezó la espalda y dibujó una expresión serena en el rostro.
—¡Vaya! Te ves asombrosa —dijo Hunter, dándole un vistazo rápido.
Hannah sonrió por cortesía. No había nada inapropiado en el comentario, pero le hizo sentir un ligero cosquilleo de incomodidad que intentó ignorar.
—Gracias. Tú también te ves muy bien.
Hunter llevaba una camisa azul oscuro y pantalones grises. Estaba atractivo, como siempre, y sabía que atraería más de una mirada. Ella, sin embargo, solo podía pensar en Teo y cuanto le habría gustado que fuera él quien estuviera allí.
Cerró la puerta de su habitación y ambos avanzaron por el pasillo rumbo al ascensor, envueltos en una charla ligera sobre las grabaciones de los últimos días. Entre risas, recordaron algunos de los errores más divertidos en el set. La conversación continuó incluso después de subir al taxi.
Reía por una broma