Colton regresó a la sala con la bebida en la mano.
—Aquí tienes.
Le tendió el vaso y sus dedos se rozaron al entregársela. El sutil contacto no pasó desapercibido para ninguno de los dos. Sus miradas se encontraron por un segundo que se estiró más de lo debido.
Piper tragó saliva y retiró la mano, acercando el vaso hacia ella.
—Gracias —dijo, recordando apenas cómo hablar.
Él asintió y fue a sentarse en el otro sofá. Le habría gustado acomodarse junto a ella, pero no estaba seguro de poder mantener las manos quietas. Pese a que la idea resultaba bastante tentadora, no quería que pensara que la había invitado a su casa solo para acostarse con ella. Sin embargo, si era honesto consigo mismo, tampoco tenía del todo claro por qué lo había hecho. Con Piper, parecía guiarse más por instinto que por lógica.
Dio un sorbo a su cerveza incapaz de dejar de observarla.
—Es un bonito lugar —comentó ella.
Colton estuvo a punto de soltar una carcajada, pero se contuvo. Era evidente que ya estaba d