Capítulo Veintisiete

En cuanto amaneció, Amelia se preparó y bajó los pisos hasta la planta baja. Aprovechó que la mañana estaba fresca para ir a Central Park. Era la primera vez que iba desde que se mudó a Nueva York y luego a los Hamptons. Tras parar en una cafetería y comprar un Frappuccino de chocolate, se dirigió al césped y se sentó a disfrutar de la soleada mañana.

Amelia aprovechó para leer un poco, pero pronto se distrajo cuando su atención fue robada por una madre y su bebé.

Un precioso niño de pelo rubio y mejillas sonrosadas que corría torpemente con sus piernas regordetas por el césped. Se reía mientras corría hacia su madre, que lo abrazaba mientras le besaba las mejillas.

Sin darse cuenta, Amelia apoyó la mano en su propio vientre mientras se lo alisaba. Podía sentir cómo crecía un poco más, preguntándose si dentro de un rato estaría ella allí, jugando con su bebé.

Amelia se sentía cada vez más segura de aquel embarazo. Pero no sabía si podría seguir mintiéndole a Alexander como había est
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo