Capítulo 14. ¡Ella no está dentro de mis parámetros!
Santiago observó a su padre con asombro creciente:
-¿Qué es lo gracioso, papá? ¿Puedes explicarme lo que la señorita Márquez está diciendo? ¿O piensas negarlo?
Eduardo dejó de reír, se acomodó en su asiento y bebió un sorbo del café que Muriel había llevado para su hijo.
Luego sonrió con parsimonia.
-En lo absoluto. Tu secretaría tiene toda la razón. La empresa está en riesgo…
Santiago se puso de pie, como impulsado por un mecanismo elástico.
-¿Qué demonios quieres decir? ¿Por qué harías algo así de descabellado?
El mayor suspiró.
-Porque estoy cansado, hijo. Esquivel Tech no te importaba y yo deseo retirarme hace mucho tiempo…
El joven negaba incrédulo con la cabeza.
-Pero… ¿Regalarla al mejor postor?...
-Tal vez… Pero, como bien dijo la señorita Márquez, todo depende de que tú intervengas…
Luego el hombre miró a Muriel:
-¿Quiere continuar explicándole a mi hijo lo que encontró?
La mujer lo observó intrigada, pero comenzando a comprender la estrategia de Eduardo. Ella no se habría