Capítulo 49
Todos los pensamientos de Nara desaparecen cuando está cerca de Marco, cuando él pone sus manos sobre ella es como si hiciera que el resto del mundo desapareciera. Hoy está siendo especialmente dulce, no como aquel día, hoy no está molesto. Se está tomando su tiempo para descubrir y acariciar cada rincón del cuerpo de Nara. En el momento en el que él entró en su cuerpo, Nara sintió el impulso de decirle lo que le hacía sentir.
– Marco… – se calló, confesar sus sentimientos no era una buena idea.
– Amo cuando dices mi nombre de esa forma tan sensual, sentirte aquí. En mis brazos – la forma anhelante en la que Marco habla hace que los sentidos de Nara se vuelvan locos y solo sea capaz de pensar en él, en su tacto y en su propio placer.
Para Marco, escuchar su nombre de la boca de Nara siempre era un placer absoluto, pero la forma en la que lo había dicho hoy era diferente, tuvo la sensación de que Nara le quería decir algo más, y quería escucharlo, quería saber qué era lo qu