Capítulo 43
Nara se sentía demasiado abatida por haberle mentido a Marco, se reprendía mentalmente por haber ido aquel día al gimnasio, nunca debió pensar en tener nada más con él. Ahora tenía otra mentira sobre sus hombros que le pesaba demasiado.
Ella y Lina estaban sentadas bebiendo café y conversando, mientras Andrea juega junto a ellas. Llaman a la puerta y es Lina quien va a abrir. Cuando ambas ven a Neida sienten un terrible desagrado. Va vestida completamente de marca y sostiene una cartera de diseñador con altanería, ni siquiera se sienta. Se queda de pie frente a Nara, que pone los ojos en blanco.
– Ve a tu habitación, Andrea –le pide a la niña, no la quiere cerca de Neida y tampoco sabe lo que esta mujer va a decir, no quiere que su hija la escuche–. ¿Qué haces aquí, Neida? –le pregunta Nara una vez que Andrea entra en su habitación–. Si quieres que te compre algo más, olvídalo.
Neida niega y le sonríe con una falsedad palpable.
– No es eso, hermana. ¿No viste el mensaje q