Capítulo 32
Al pasar de los días, Darío no podía dejar de sentirse desconcertado. El estado de ánimo de Marco había sido tan bueno que hasta parecía otra persona.
—¿Qué te pasa de repente? —le pregunta Darío—. Antes dudabas de ella, pensabas que era una mujer con muchas intenciones ocultas. ¿Ahora ya no piensas investigarla?
—Ya sé —le responde Marco—, pero me parece que es mejor dejar que ella se delate por su cuenta. Si en verdad tiene malas intenciones, no va a poder ocultarlas por siempre. Así que no te hagas ideas equivocadas, no lo estoy dejando pasar ni tengo sentimientos por ella, solo quiero ver hasta dónde llega su juego.
La verdad es que, a pesar de lo que Marco le dice a Darío, no ha querido investigar más porque quiere darse un tiempo con Nara. No sabe cuáles son sus verdaderas intenciones, pero está seguro de que se siente bien con ella. Nara le da una sensación de tranquilidad que hacía mucho que no sentía en su vida, y le parece demasiado pronto como para dejarlo i