UN AÑO DESPUÉS…
El cielo lucía despejado, de un azul profundo que contrastaba con los extensos campos verdes de la mansión Lund, transformada en el escenario de una celebración inolvidable. Las guirnaldas de flores blancas y lilas colgaban entre los árboles, danzando al ritmo de la brisa, mientras los invitados, envueltos en elegancia, compartían risas y miradas colmadas de emoción Era el día que muchos habían esperado, pero para nadie significaba tanto como para Lukas y Katrine.
Bajo una carpa adornada con luces cálidas, Sofie observaba la escena con una sonrisa serena, mientras la pequeña Sonja dormía apaciblemente en sus brazos. A pesar del bullicio, la bebé de seis meses dormía plácidamente, inmune al ajetreo a su alrededor, mientras los trillizos, ya con casi ocho años, correteaban por el jardín persiguiendo una pelota, mientras los adultos les pedían, sin éxito, que no ensuciaran sus elegantes atuendos.
A unos metros de distancia, Lukas sostenía a Harry en brazos. El pequeño, co