Mientras tanto, en algún lugar de Nueva Jersey, Jack sigue preso en su habitación y, por más que busca una solución para salir de allí, no la encuentra. Todo comienza a tener sentido para él, pues sabe que, de alguna manera, él tiene culpa en esto. Con toda certeza, Acácia está detrás de toda la farsa que intenta hacer que él crea. Aún con las piernas temblorosas, se levanta y se dirige a la ventana, intentando ver si hay una salida. Pero pronto recuerda que, desafortunadamente, no está lo suficientemente fuerte para intentar algo tan peligroso. Regresa al interior de la habitación, totalmente frustrado, mientras escucha ruidos provenientes del exterior, como si alguien estuviera discutiendo. Escucha varias voces alteradas y una de ellas reconoce como la de Acácia. No sabe qué está planeando, pero seguro que viene algo gordo, ya que la discusión ocurre muy cerca de la habitación donde está retenido.
Jack no entiende por qué ella actúa de esa manera, ya que de repente mostró quién es r