Liz se despierta algo sobresaltada, pensando que llega tarde al trabajo. Pero al levantarse y ver que no está en su habitación, se siente confundida por unos segundos mientras intenta ubicarse. Al mirar a su lado, ve a Jack aún dormido. Entonces recuerda que está casada y en su luna de miel.
Liz sonríe, coloca un mechón de cabello que insiste en caer sobre su rostro detrás de la oreja y se levanta para ir al baño. Allí realiza su higiene matutina y va al armario para vestirse. Se pone un vestido ligero sobre su bañador y sale del dormitorio. Está muy ansiosa por ir a la playa, así que decide salir de la habitación y dirigirse a la cocina para ver qué hay para desayunar. Encuentra a una chica diferente y le parece extraño.
—Buenos días, ¿todo bien? ¿Dónde está la otra chica que estaba aquí ayer? —pregunta, algo tímida.
—Buenos días, todo bien —responde la chica con una sonrisa—. La otra chica tuvo que ausentarse porque su madre se puso enferma y tuvo que ir a la ciudad. Pero no se preo