Luíza, una vez más, se sintió avergonzada por desconfiar de su marido. Por más dudas que tuviera en su mente, siempre que preguntaba algo, él tenía una respuesta en la punta de la lengua y no parecía ser falsa o inventada. Entonces, Luíza pensó que realmente necesitaba confiar en Liam.

Mientras tanto, en algún lugar de Nueva Jersey, el guardia logró regresar a la mansión. Mientras los otros aún estaban dormidos, puso una dosis menor del sedante que había colocado en la bebida de los demás y la tomó de inmediato, para que pareciera creíble y todos pensaran que también había sido drogado, dando la impresión de que fue alguien de fuera. Cuando Acácia llegó a la propiedad, lo encontró todo muy extraño, pues en la entrada, todos sus guardias estaban dormidos. No entendía qué estaba pasando y entró rápidamente, buscando a los demás guardias. Comenzó a notar que todos en la propiedad estaban en la misma situación. No podía creer que aquello le estuviera pasando realmente y corrió al cuarto d