Ve algunos árboles caídos, un montón de ramas arrastradas hasta la orilla de la playa, pero el barco sigue intacto en el embarcadero. Está muy contenta, porque podrán salir de allí. Mira el mar y nota que todo está mucho más calmado. Regresa al interior y ve a Jack despertándose. Él abre un ojo lentamente mientras se despereza.
—¿Qué pasa, amor? ¿Ha ocurrido algo para que tú también estés despierta ahora? Dios mío, creo que ya se nos hizo tarde, ¿no? —pregunta, poniéndose la mano en la cabeza mientras mira a su alrededor—. ¡Mira el sol! Ha venido a bendecirnos, ¡qué maravilla! Entonces, eso significa que hoy podremos irnos de aquí y volver a casa. Aunque quiero irme porque extraño todo y a todos, también me dolerá no estar más aquí... Me encantó pasar esta semana aquí. Ahora espérame un momento mientras voy al baño —bosteza con la boca abierta.
—Ve, amor. Yo ordenaré mis cosas de nuevo, porque ahora sé que podremos irnos. Aprovecha y ordena las tuyas también, y pediré a los chicos que