Las dos hermanas se despiden, y Lis acompaña a Luiza y a Liam hasta la entrada principal de la casa, donde el chófer trae el coche y ellos suben, despidiéndose de Lis. Ella regresa al jardín algo cabizbaja y aún muy pensativa por todo lo que le dijo su hermana. Sin duda, siente que hay algo más, pero como conoce muy bien a Luiza, sabe que no abrirá la boca para no arruinar su alegría, y eso la preocupa mucho por la salud de su hermana. Ahora empieza a preguntarse si realmente el tratamiento de Luiza está funcionando o no, y como no ha ido a ninguna sesión con ella, no puede decir si está funcionando de verdad. Al llegar al jardín, Lis se sienta en un pequeño sofá, acurrucándose en el regazo de Jack y esbozando una sonrisa forzada para todos los que están allí, mientras conversan sobre diversos temas. Lis sigue inmersa en sus pensamientos y, cada vez que le preguntan algo, solo asiente con la cabeza, pero en realidad no está escuchando nada. Beatriz también está muy animada por poder p