Capítulo 296
Alvaro decidió llamar a David para que le ayudara a tratar la herida. El mayordomo, al ver el estado de la herida, se sobresaltó, pareciendo querer decir algo pero al final se quedó callado. Poco después, Nicolás llegó.

—Señor Jiménez, me llamó.

Entonces, Alvaro sacó los documentos de Delicia, como su pasaporte y su documento de identidad, y se los entregó. Al ver sus propios documentos, Delicia se enfureció aún más, preguntándose cuándo habían acabado en manos de Alvaro.

—Ve, ¿eh? Intenta volver antes de las doce. —le dijo él.

Delicia arrebató sus documentos con fuerza, evidenciando el nivel de su irritación interna. Siguiendo las instrucciones de Alvaro, Nicolás condujo a Delicia al aeropuerto, acompañándola en todo el proceso de compra de billetes y facturación, que transcurrió sin contratiempos hasta el momento del embarque.

Fueron detenidos.

—Lo siento, señorita Delicia, no puede abandonar la Ciudad de México en este momento.

—¿Por qué?

—Desconocemos el motivo, pero sus documento
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