Punto de vista de Serena
El día finalmente llegó, y Colina y yo nos dirigimos emocionadas al estudio de uno de los joyeros más prestigiosos de París.
Las calles de la ciudad parecían aún más vibrantes ese día. Me sentía como si estuviera en un sueño en ese momento, como si estuviéramos a punto de entrar en un mundo completamente nuevo.
—Va a ser increíble —me dijo Colina, saltando con cada paso—. He soñado con visitar un estudio así de cerca. Me pregunto qué tipo de secretos nos dejarán descubrir.
—Yo solo quiero concentrarme en todo lo que pueda. —le respondí, sin siquiera intentar esconder mi emoción.
Cuando llegamos al edificio alto y elegante, intercambiamos una sonrisa nerviosa antes de entrar.
Una mujer con una sonrisa amable nos recibió en la entrada.
—¡Bienvenidas! Deben de ser Serena y Colina. Las estábamos esperando. Me llamo Verónica, y seré su guía hoy.
Nos presentamos y ella nos llevó más adentro del taller, donde se colocaban numerosas mesas, cada una organizada con herr