127 ¡Quiero que seas mi mami!
— ¡Audrey! — La chica se quedó de una pieza.

Esa voz tierna y amada estaba presente desde hacía mucho solo en sus sueños, y a veces en sus pesadillas en las que no podía volver a acercarse como antes, y había personas que se empeñaban en alejarla cada vez impidiéndole llegar hasta él.

Una cosa era tratar de ignorar a Connor, al hombre que, sin saber por qué, había acabado odiándola, y otra muy distinta tratar de ignorar a Oliver. La pequeña criatura no tenía conciencia de la situación entre su padre y Audrey, y le preguntaba constantemente a él por qué no había vuelto a verla.

— Papi, ¿Por qué Audrey no viene a jugar conmigo, ¿Ella está bava, papi? — solía decirle desarmándolo por completo sin tener una respuesta que darle al niño de seis añitos y medio.

— Ella ha estado muy ocupada, Oliver... — Casi siempre le respondía para apartar esa idea de su cabecita, pero entonces volvía a preguntar:

— ¿Le dirás que la quiero mucho, papi? ¿Qué quiero que venga a jugar conmigo?

Cada pregun
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo