Alice
Ya no soportaba estar encerrada en esa casa; necesitaba aire fresco y, además, este lugar no era digno de alguien como yo.
—¿Está todo listo? —pregunté con voz fría e impaciente.
—Tranquila, Alice, todo está perfectamente planeado.
—Eso dijiste la última vez, y esa estúpida de Chloe vino y arruinó todo. ¿Puedes adelantar nuestros planes?
—No te desesperes, pero estás de suerte porque ya tengo todo preparado. Vamos a empezar el plan; Gérard Lombardi será todo tuyo.
—Entonces es momento de hacer mi reaparición. Mantén tu teléfono a mano, Kalet.
Me planté en la entrada de Russo Enterprises; sabía que no era bienvenida, y solo esperaba que el plan no fracasara.
—Deseo ver al señor Gérard Lombardi.
—Lo siento, señorita Rosetti, pero no tiene permitido entrar.
Apreté los puños a lo largo del cuerpo, pero no iba a rendirme tan fácilmente.
***
Gérard
No podía creer que Juliette no se hubiera mudado conmigo; la necesitaba, y a ella no parecía importarle lo que significaba para mí.
Tenía