Joaquín
11:30 am.
El equipo de ventas estaba reunido en una esquina de la oficina, hablando en susurros.
Eso, por supuesto, me puso en alerta inmediata. Me incliné sobre mi escritorio, apuntando mi oreja en su dirección, tratando de captar algo.
—...y entonces, le dije que no podía hacer eso, que el jefe lo notaría… —susurró uno de ellos.
¡El jefe lo notaría! Eso sonaba como algo sospechoso. Estaban ocultando algo, definitivamente.
Anoté en la libreta:
Equipo de ventas - conspiración. Hablan en códigos. Posible alianza para el sabotaje.
Mientras seguía escribiendo, Ramiro pasó por mi lado con su habitual arrogancia. Se inclinó hacia mí y susurró:
—Espero que estés tomando notas importantes, pasante.
Ramiro siempre tenía que dejar su comentario. Le devolví una sonrisa falsa, pero en mi mente lo anoté también.
Ramiro - potencial instigador. Cree que todo es una broma. El traidor actúa con despreocupación.
12:00 pm.
Se acercaba la hora del almuerzo. Observé cómo los empleados se levantab