“¡Tu ganas Astrid! Aceptamos”
Astrid miro con recelo “¿Los dos? ¿Toda la noche? ¿A mis ordenes?”
Tiberius y el Alfa asintieron.
“Bueno… bueno…bueno… parece que el Alfa y su amiguito el mago han decidido pasárselo bien” Se relamió Astrid con una carcajada. Luego su tono se volvió menos histriónico. “Estoy segura de que habéis recorrido una buena distancia a pie, Tiberius, enséñale a tu amigo donde está la cocina, comed y bebed algo” Luego volvió a su tono pícaro. “Necesitaréis fuerzas…”
Tiberius y Ryan fueron a la cocina, comieron un emparedado y bebieron cerveza sin mirarse a la cara.
Astrid no tardó en regresar con su porte altivo. “Bueno, veo que habéis terminado, es la hora de que os adecentéis un poco, sobre todo tu Tiberius, par