NO PUEDES NEGAR LA VERDAD
Tatiana se quedó perpleja cuando escuchó a Alexei decir “mi hijo”.
―¿Qué?
Ella intentó balbucear una respuesta, pero Alexei le cortó de inmediato.
―Y no intentes negarlo. No puedes negar la verdad.
Se apartó de ella y fue al escritorio para tomar la prueba de paternidad. Tatiana miró la hoja con nervios y luego se puso furiosa.
―¡¿Cómo te atreves?! ―gritó.
―Me atrevo porque no iba a dejar que me engañaras, Tatiana. Ese niño tiene mucho de mí; no hacía falta esto. Pero quería ver tu cara cuando no tuvieras cómo refutar ―replicó Alexei.
El miedo se apoderó de ella y se abalanzó hacia él.
―¡No tenías ningún derecho! ¡No lo tenías! ―gritó mientras golpeaba su pecho.
Alexei sostuvo sus manos y la obligó a mirarlo.
―Sabes que sí. Misha lleva mi sangre; él tiene que estar a mi lado.
Pero Tatiana negó mientras las lágrimas comenzaban a brotar.
―No voy a dejar que lo metas en este mundo. No voy a permitir…
Alexei sostuvo su mandíbula y dijo con firmeza.