Al día siguiente y página central del diario con mayor venta en el país, fue anunciado el compromiso de la heredera del difunto Amador Del Castillo y el hijo mayor de los Montiel, junto con una fotografía que había sido tomada cuando juntos ingresaban al local de la mejor organizadora de bodas que alguien de su alcurnia podía tener y obtener, a las pocas horas cientos de miles de personas lo habían leído, así como también en la versión digital, era el chisme del momento, la comidilla de toda la sociedad.
—Sonríe un poco más, por favor. Cualquiera que te viera diría que es un verdadero sacrificio, no empieces que las cámaras nos están viendo —acariciando su rostro. Si alguien los viera, diría que se están besando, nada más alejado de la verdad.
—Me siento un idiota, me tienes en tus manos, puedes dejar de hacer tanto teatro, ¿para qué todo esto?
—Para que sea creíble, todos tienen que pensar que eres un hombre locamente enamorado de su prometida, que nos amamos desde jóvenes y que por