C41- ¿AÚN TE IMPORTA?
El sonido de los tacones de Rachel resonaba en el estacionamiento vacío. Caminaba rápido, con el corazón todavía agitado, buscando su auto. No quería pensar. No quería recordar la cara de John, ni la de Isadora, ni la sonrisa falsa de Amanda y menos la mirada acusatoria de Aaron. Solo quería irse.
De pronto, escuchó pasos detrás. Giró apenas y lo vio. Él venía en su dirección con el ceño fruncido y los ojos llenos de reproche; cualquiera pensaría que la había atrapado en una infidelidad.
―¿Tú... tú qué haces aquí?
Aaron no respondió. En cambio, dio un paso más y la acorraló contra el auto. Rachel sintió el frío del metal en la espalda y el calor del cuerpo de él frente a ella. El aire se volvió pesado en segundos.
—Tenemos que hablar —dijo finalmente.
Rachel tragó saliva, con el pulso desbocado.
—Bien, lo haremos... en casa —murmuró, intentando apartarlo—. Aquí no.
Aaron frunció el ceño.
—¿En casa? ¿Para qué? ¿Para que nadie te vea conmigo? ¿Para que John no sospe