C126- DÉJAME VER LO QUE ES MÍO.
C126- DÉJAME VER LO QUE ES MÍO.
Aaron no se apresuró y con una lentitud deliberada, se quitó la chaqueta y la dejó caer. Luego, desanudó la corbata, deslizándola entre sus dedos antes de dejarla ir y mientras lo hacia, sus ojos nunca se apartaron de los de ella, que lo observaban con una mezcla de anticipación y rendición.
—Sube al escritorio —le ordeno—. Siéntate en el borde.
Rachel, con los labios entreabiertos, obedeció. Se deslizó de la silla y se sentó en el borde frío de la madera, sintiendo la pulida superficie bajo sus muslos. Entonces Aaron se arrodilló ante ella, como un rey rindiendo pleitesía a su única soberana y sus manos, grandes y firmes subieron por sus muslos y cuando llego a su cintura, hundió los dedos en la tanga de encaje negro.
—Déjame ver lo que es mío —dijo mientras comenzaba a bajarla, con una paciencia que la hizo estremecer, la fina tela se deslizo milímetro a milímetro, sobre sus caderas, por sus muslos, hasta que llegó a sus tobillos. Entonces el sacó po