LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 50. La sentencia
LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 50. La sentencia
El escándalo en la sala se volvió insoportable, tanto que casi no podía escucharse ni la voz del asistente del juez pidiendo orden. Pero en el mismo instante en que el juez, con su gesto imperturbable, golpeó violentamente el mazo contra la madera, la sala entera contuvo la respiración. Todos los ojos estaban puestos en él, excepto los de Callie, que parecían a punto de desorbitarse del pánico.
—La corte ha tomado una decisión —anunció con su voz grave y firme—. He revisado las pruebas presentadas, y ahora todo lo que queda son los acuerdos entre las partes. “Asuntos privamos”, para decirlo de una mejor manera, así que les pido que la sala se despeje. Solo permanecerán los implicados directos y sus familias.
El juez hizo un gesto hacia los guardias, y en cuestión de minutos, la sala quedó casi vacía. Charlotte, Blake, Callie, Gideon y sus respectivos abogados permanecieron en sus lugares, lo mismo que los señores Pearce, mientras la atmósfer