LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 57. Un Nuevo Comienzo
LA AMANTE VIRGEN. CAPÍTULO 57. Un Nuevo Comienzo
Charlie observaba desde una pequeña sala de espera cómo procesaban a su hermana. Callie, ahora con las manos esposadas y el rostro rígido, intentaba mantener una postura altiva, pero su mirada delataba el miedo. El brillo de la arrogancia se había desvanecido por completo y Charlie sabía muy bien por qué: Solo pasarían un par de horas y unos pocos trámites antes de que los oficiales la escoltaran hacia un coche patrulla que la llevaría directamente a prisión, donde pasaría los próximos quince años.
Aquel acuerdo con la fiscalía era blindado, y durante ese tiempo ni siquiera podría pedir que se reuniera una junta de libertad condicional.
Charlie respiró profundamente, como si por primera vez en mucho tiempo pudiera llenar sus pulmones sin el peso opresivo de la tensión. Lieberman estaba junto a ella, ajustando los papeles en su maletín, y tan pragmático como siempre, parecía inmutable ante la escena.
—Debiste haberla dejado enfrentar un