Lilith abrió los ojos al escuchar un ruido proveniente de la sala así que la castaña se coloca de pie observa a su alrededor, pero mientras ella analiza el arma letal que va a usar la puerta de la habitación ya se abrió observo una figura totalmente negra en la puerta, hasta que la persona dio un traspié y estuvo cerca de caer, por supuesto los reflejos de Lilith fueron rápidos y lo sostuvo o por lo menos realizo el intento, pero no hubo manera de igualar la fuerza de la otra persona, Lilith había escuchado el suspiro y la sonrisa de la otra persona.
— Sabes que hueles a calma, esa calma que yo tanto necesito —. Susurra Kamill y Lilith jura que el chico había vuelto a sonreír —. Y no debes de ayudar al atacante a mantenerse de pie nunca.
— No eres un atacante, eres un borracho —. Se queja Lilith mientras avanza con Kamill hasta la cama.
— No estoy borracho —. Kamill se defiende —. Y debo decirte que me siento muy ofendido que me llames borracho.
— No me importa —. Responde Lilith —. C