Capítulo 9. ¿Cuál es el sentido?
Habían pasado algunos minutos en silencio, mientras que Ximena seguía allí llorando frente a la tumba de Xavier.
—El tiempo se acabó—, dijo Jiménez interrumpiendo el duelo de Ximena.
Pero la mano de Fernando en el pecho de Jiménez, hizo que el escolta se detuviera de inmediato.
—El tiempo se terminará cuando yo diga—, dijo Fernando.
—Señor Fernando, pero el señor Félix nos dijo que....
—El señor Félix me envió con nuevos planes, y ahora se hace lo que yo diga.
—Entendido, señor.
Jiménez y Urdaneta volvieron a sus lugares y retomaron esa posición firme bajo la lluvia, cubriéndose con sus respectivos paraguas.
—Ya veo que el señor Félix tiene miedo que pueda escapar. Por eso envió a su mejor hombre—, dijo Ximena sin voltear.
—No es de tu incumbencia la razón por la cuál estoy aquí. Tú solamente debes seguir mis órdenes.
—Por supuesto—, Ximena frunció el ceño.
Su vida ahora era la de una mujer sumisa que debía seguir reglas y órdenes. Ya estaba resignada a vivir de esa manera.