El rostro de Dominic estaba marcado por una dureza extrema, mirando a Alessia con desprecio.
Un instante de aturdimiento cruzó el rostro frío y hermoso de Alessia.—¿No es Sisca tu esposa?
—¿Quién te lo dijo, o solo finges preocuparte?
Dominic dio un paso adelante con sus largas piernas, su despre