Primero, usó el teléfono viejo como evidencia para engañarla, y luego, cuando bajó la guardia, la provocó, llevándola a decir esas tonterías.
Subestimó a Alessia.
El rostro de Sisca se torció en una mueca. No dejaría que esto quedara así tan fácilmente.
Sisca decidió abrir su teléfono, iniciar se