Enzo se quedó sorprendido un instante y mostró sus dientes blancos en una sonrisa.
—Nada mal. Después de todo, Nolan y yo éramos buenos amigos, así que naturalmente sé de tu situación, ya que él te odiaba tanto.
Alessia entrecerró los ojos. Aunque sentía que había algo raro en Enzo, su explicación