La planeación de la boda se llevó a cabo sin ningún tipo de contratiempo, a pesar de los intentos de Orena Arison para impedir el matrimonio, pero Orena no era la única empecinada en evitar dicha unión. Roberto era otro que no dejaba de enviar amenazas para intentar hacerla desistir de la idea de casarse.
“Mis abogados te visitarán pronto, Natalia. Esta es mi última advertencia”, eso era lo que había escrito en su último mensaje.
Para este punto, Natalia se había dado cuenta de que lo de Roberto eran puras palabras vacías que únicamente buscaban amedrentarla y hacerla retroceder en su decisión.
Realmente el hombre no la demandaría por la simple razón de que no estaba dispuesto a asumir delante de su esposa que sí, había mentido, y en realidad los niños eran sus hijos.
Un hombre como Roberto prefería llevar ese engaño hasta las últimas consecuencias sin importarle a quién lastimaba en el proceso.
Él era así de cobarde.
En ese tiempo, Natalia también había comprobado con aliv