Ximena asintió hacia Teresa y Jaime. Los dos pequeños corrieron hacia ella. Liliana se apoyó en el mentón con ambas manos y miró a Ximena con una sonrisa:
—¡Mamá, hoy te ves mucho mejor!
Ximena sonrió y asintió.
—Sí, poco a poco me estoy recuperando.
Nicolás sacó algo de su bolsillo y le entregó un talismán a Ximena.
—Mamá, esto es para ti.
Ximena se sorprendió al ver las palabras “Paz” escritas en él. Sintió un nudo en la garganta y dijo suavemente:
—Gracias, cariño.
Nicolás continuó:
—Mamá, hoy al mediodía nos iremos de vuelta con Selene. Asegúrate de cuidarte bien y volver pronto.
Ximena asintió.
—Sí, planeo hacer los trámites para trasladarme de hospital y volver a Reinovilla.
Luego miró a Andrés.
—Hermano, gracias por cuidar a los niños estos días.
Andrés respondió mientras miraba a Teresa y Jaime.
—La que ha trabajado duro no soy yo.
Ximena siguió la mirada de Andrés y, comprendiendo, agradeció:
—Gracias por cuidar a los niños.
Teresa sonrió y dijo:
—En familia, no se ne