Después de que Lucas despertó, comenzó a hacer caprichos, pidiendo manzanas y naranjas. Carolina salió a comprárselas, dejando solo a Estrella en la habitación del hospital.
—Estrella, ¿qué haces sentada ahí? ¿No ves que tengo la boca seca? ¡Ve rápido a servirme un vaso de agua!
Lucas vio a Estrella sentada en la habitación viendo su celular, ignorándolo, y gritó molesto.
—¿Por qué debería?
—¡Te digo que me sirvas agua y me sirves agua! ¡No me vengas con tantas excusas!
Lucas gritó furioso y molesto.
Los ojos de Estrella brillaron con frialdad, se puso de pie, sirvió un vaso de agua y caminó hacia él.
—Me duele la mano, dame de beber —Lucas mostró satisfacción en los ojos, habló con arrogancia.
Estrella sonrió dulcemente:
—Claro, te doy de beber.
Diciendo esto, sostuvo la cabeza de Lucas y directamente le metió el agua a la fuerza en la boca.
Lucas quiso resistirse, pero justamente su mano dislocada no se podía mover, solo pudo dejar que Estrella lo torturara.
—¡Cof, cof, cof!
Se atrag