No sé si Adam estaba ocupado, porque antes, siempre que lo llamaba, contestaba al instante. Pero esta vez tardó bastante en responder.—Esmeralda, mi vida.Su voz seguía sonando alegre, suave, cariñosa, sin señales de nada raro.Pensé que en ese momento debía estar abrazando a otra mujer, y aun así me hablaba con ese mismo tono lleno de romance.Eso me revolvió más la cabeza.No sé si es algo que pasa entre hombres y mujeres, pero yo, como mujer, siempre he sentido que si de verdad amas a alguien, no quieres tener contacto con nadie más.Y él, que dice amarme tanto, sigue sintiendo que esto es como un sueño… pero puede estar con otra como si nada.O tal vez, Adam nunca me quiso de verdad.Solo era una obsesión.Ese amor inmaduro, típico de alguien que lo ha tenido todo, menos eso que más deseaba: alguien a quien amar.Esa obsesión lo mantiene adicto a perseguir esa mujer que romantiza, mientras más lucha, más se le va de las manos.—Esmeralda, ¿estás bien?Su voz me hizo espabilar.—No
Aunque sabía que seguramente iba a poner una excusa para no venir, igual me decepcionó un poco escucharlo.Soy de esas personas que, cuando confían en alguien, lo hacen al 100%.En estos dos años que compartimos tiempo, llegué a verlo como un verdadero amigo, alguien noble.Pero ahora estoy confundida. Ya no sé si puedo seguir confiando en la gente.No sé qué es real y qué es puro teatro.No entiendo cómo alguien que parece tan buena persona puede actuar así.Me quedé callada un buen rato.Cuando Adam, al ver mi silencio, no pudo aguantarse más y me preguntó si en serio quería que viniera, le respondí con la voz más tranquila del mundo, sin ni una pizca de enojo:—No te preocupes. Ocúpate de tu asunto. Lo del trabajo es más importante.Él respiró aliviado.—Perfecto. Espérame, en cuanto termine, nos vamos juntos.—Mhm… vale. Me parece bien.Colgué y me quedé mirando por la ventana del auto.—Señor López, ¿podría conseguirme unas fotos de él con la mujer con la que está esta noche? Que s
Aunque sé que probablemente Gabriel no sea así, igual siento que puedo confiar en él.—Yo también creo en Gabriel. Es tu mejor opción. Si de verdad quieres cortar del todo con David, ojalá pienses bien en lo que haces.……Mila quería saber por qué cambié de opinión tan de golpe, así que dejó todo y vino corriendo con su novio hasta mi casa para esperarme.Cuando llegué, ni siquiera había dejado el bolso cuando ya venía hacia mí.—Amiga, ¿qué diablos pasó? ¿Por qué de repente no quieres casarte?Le conté lo que vi en el bar, todo lo que pasó.Mila escuchó, callada, con una expresión que no podía entender.Tardó un rato en decir algo.—¡No puede ser! ¡Los hombres no son gente después de todo!—Pensé que, después de diez años de estar loco por ti, iba a ser alguien que te valorara de verdad. Que te trataría como lo más importante.—¡Pero jamás imaginé esto! ¡No pensé que pudiera hacer algo así!—¿Apenas se dio cuenta de que ya estuviste casada?—¡Él sabía que habías estado con David! ¿Por
No había dicho nada, sólo abrí las fotos que me mandó Benoit ayer y se las puse en toda la frente.Adam las vio en mi teléfono y, en cuanto las reconoció, se le borró el color de la cara.Es un tipo listo, no necesitaba que yo le explicara nada, entendió todo en un segundo.Se quedó de piedra, temblando, como si le costara hasta mantenerse en pie.Con esfuerzo levantó la mirada para verme, como si quisiera decir algo, pero parecía que se le fue el aire y no le salía ni una palabra.Me conoce.Sabe que después de esto no hay forma de que yo me case con él.Pero no lo puede aceptar. No soporta perder lo que siempre quiso tener.Así que se obligó a tranquilizarse, me miró serio y dijo:—Esmeralda, sé que no debí hacer esa idiotez justo antes de casarnos.—Pero lo hice por nuestro futuro. Para poder darte todo de mí, todo mi corazón y sin prejuicios.—Quería que empezáramos nuestro matrimonio desde cero, los dos parejos.—Fue un error, sí, pero ese fue mi plan para arreglar las cosas.No lo
— Este eres tú realmente, y no puedo seguir confiando en ti.—Para ser sincera, esto me hace dudar si de verdad te conozco bien.Mis palabras lo dejaron aún más pálido.Aún así, con toda la seriedad del mundo, dijo:—Esmeralda, ya sé que diga lo que diga, no me vas a creer, pero te juro que te amo con todo lo que tengo, con todo mi corazón.—Hice esto para poder amarte mejor, para empezar con el pie derecho.—Pensé que si cometía este error, y luego me sintiera culpable, podría entregarme a ti por completo.—¡Te lo juro! ¡Lo hice porque quería darte más! ¡Confía en mí! ¡Fue una bobada! ¿Vale?Yo no respondí, solo lo miré.Con esa mirada mía, Adam ya no pudo seguir hablando.Terminó riéndose con amargura.—La verdad es que tú no me amas, ¿cierto? Si fuera el carita bonita de David, seguro le dabas otra oportunidad.—Él te trata como un trapo sucio, y aún así le perdonas todo.—Y a mí, que lo único que quiero es amarte, tú me rechazas por esta bobada. ¡No sabes lo feliz que estaba cuando
Fui descubierta por un tipo mayor cuando estaba pescando por la mañana. Accidentalmente su anzuelo se quedó enganchado en mi ropa, y por más que intentó, no pudo sacarme con su caña. Al acercarse, vio que yo estaba como que ahogada en el agua. Asustado, dejó caer la caña de pescar y salió corriendo a llamar a la policía buscar ayuda.Cuando la policía me sacó del agua pantanosa, apenas me quedaba un hilo de vida.Por lo que los médicos que participaron en mi rescate llegaron a pensar que yo no terminaría sucumbiendo a tal desgracia.Al notificar ellos a mi familia, ellos también me dieron por perdida y ni siquiera les importo nada.Sin embargo, de alguna manera, gracias a una resistencia y resiliencia increíble, logré sobrevivir por obra de milagro.Comparado con el dolor de la caída en ese instante, el tormento que sentí al despertar, con mi cuerpecito todo maltrecho, fue casi que insoportable. El cuerpo humano tiene 206 huesos, y yo tenía 108 vueltos nada. Los rápidos del rio me hab
Al ver los pedazos de vidrio en el suelo, el tipo al parecer se irrito. Su arrogancia hacía que la atmósfera del hospital se sintiera aún más fría.—¿Cómo se te ocurre hacer un berrinche en medio de un hospital? ¿Cuándo vas a empezar a comportarte como una adulta?Yo no respondí nada, solo no podía creerlo.¿Berrinche?¿Quién es él como para hablarme de esa manera?Parecía que iba a decirme más cosas, pero se acordó de algo.—Luna no quiere salir del hospital y ni siquiera volver a casa, ella se siente bastante dolida por tus dramas. Está tan triste que piensa irse. Hoy, no importa lo que pase, tienes que ir a disculparte con ella y convencerla de que se quede.Después, se me acercó rápidamente y trató de levantarme de la cama. Por reflejos, me aparté de él y de su mano.—¿Y quién es usted? ¡No le conozco y por favor no se me acerque!Aunque ahora podía moverme, mis heridas no habían sanado por completo, y tenía pánico de que alguien me tocara.El tipo se enojó.—Esmeralda, ¿qué estupi
Enterarme, de la nada, de que tenía un esposo me dejó dando vueltas en la cama, sin poder pegar los ojos del sueño. Así que decidí llamar a mi mejor amiga, Mila Picard.Aunque no había querido contactar con ella para que no se preocupara al saber que estaba gravemente herida, también me sentía aliviada de que ella no hubiera intentado contactarme en todo este tiempo. De lo contrario, seguramente habría descubierto lo de mi accidente.Sin embargo, en el momento en el que me contestó la llamada, no pude evitar sentirme un poco dolida y reprocharle:—¿Yo no te llamo y tú tampoco me llamas después de tanto tiempo?Han pasado más de dos meses. No sólo no me llamó ni una vez, ni siquiera me mandó un mensaje.¡Pero qué desconsiderada!Pensé que se sentiría apenada y me iba a explicar que había estado en algún lugar remoto haciendo investigaciones científicas, sin señal ni comunicación.Pero para mi sorpresa, después de un largo silencio, me respondió:—Esmeralda, ¿te olvidaste de que ya no so